viernes, 12 de octubre de 2007

La iglesia coloca al homosexual como un elemento destructurador del sistema, tal como las FFAA lo establece, pero le añaden el elemento espiritual basándose en lospaisajes bíblicos que justifican este "anormalidad". "La iglesia, obediente al Señor que ha fundado y la ha enriquecido con el don de la vida sacramental, celebra en el sacramento del matrimonio el designio divino la unión del hombre y de la mujer, unión de amor y capaz de dar vida. Sólo en la realción conyugal puede ser moralmente recto el uso de la facultad sexual. Por consiguiente, una persona que se comporta de manera homosexual obra inmoralmente". A lo largo de la historia la iglesia ha tenido un papel importante frente a la homosexualidad y la palabra inmoralidad es un concepto que se encuentre presente en el tema de la homosexualidad frente a la concepción cristiana. La iglesia debe tener cuidado con las palabras que utiliza, porque pese a que, según su doctrina, la homosexualidad es antinatural, sus comentarios perjudican a estas minorías insitando a que la discriminación sexual siempre esté vigente, por ejemplo: "Sin embargo, la justa reacción a la injusticas cometidas contra las personas homosexuales de ningún modo puede llevar a las personas homosexuales de nigún modo puede llevar a la afirmación de que la condición homosexual no sea desordenada". El concepto de "desordenado" implica que la comunidad católica observará al homosexual como algo negativo para la sociedad, pues cuando se indica que algo es desordenado se asocia con lo que no hay que hacer. Por ende, el prejuicio frente al homosexual es mayoritario en el mundo católico. Si bien es cierto, la iglesia sigue sus doctrinas no debería ser tan tajante cuando nos adentamos al mundo espititual. Como lo señala la Carta para los Obispos de la Iglesia Católica: "En el levítico 18; 22 y 20; 23, cuando se indican las condiciones necesarias para pertencer al pueblo elegido, el autor excluye del pueblo de Dios a quienes tienen un comportyamiento homosexual, teniendo como telón de fondo esta legislación Teocrática, San pablo desarrolla una perspectiva escatológica, dentro de la cual propone de nuevo la mismo doctrina, catalogando también a quien obra como homosexual entre aquellos que no entrarán en el reino de Dios"(4). La historia nos ha demostrado esta eterna discusión entre la iglesia y la homosexualidad. Nuestra intención es señalar que la discriminación hacia los homosexuales por parte de la iglesia influye en gran medida en la opinión de los integrantes que la conforman. la preocupación que nosotros tenemos es que la iglesia debería ser más flexible y más cuidados en emitir los juicios de valor que le atribute al homosexual, porque sus críticas contribuyen a la discriminación en vez de la integración a las diversidad sexual que se encuentra vigente en nuestra sociedad.

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